La importancia del análisis del agua
- Hoy nos paramos a reflexionar sobre uno de los temas que más nos preocupan: el agua como recurso de primera necesidad para la vida. Tan importante como la construcción eficiente y el funcionamiento correcto de una planta de agua, lo es el análisis previo de este recurso y de sus componentes. Solo así podremos identificar su calidad, lo que nos ayudará a determinar para qué tipo de suministro ésta será propicia.
El agua es un compuesto esencial para la vida, un líquido caracterizado por tener mayor densidad en estado líquido que en estado sólido. Posee una conductividad térmica elevada, un fuerte poder ionizante, una constante dieléctrica elevada y un gran poder disolvente. Todas estas características nos permiten conocer su estado, pero no su composición. Sólo si la monitorizamos, aplicando unos determinados parámetros en función de su procedencia, tratamiento y destino final, podremos conocer sus constituyentes. La composición química de las aguas es clave para identificar posibles incompatibilidades con determinados tratamientos.
Las aguas duras (con elevadas concentraciones de calcio y magnesio) y notablemente bicarbonatadas (con altos índices de alcalinidad) pueden llegar a formar incrustaciones y, por tanto, son aguas cuyo tratamiento requiere una mayor focalización de la tecnología para su desarrollo. Algunas partes por millón de hierro disuelto en agua permiten augurar una posible oxidación a futuro.
No obstante, la composición química del agua, si bien es importante, no es el único factor a considerar. También hay que tener en cuenta características como su origen, su régimen de explotación o su tratamiento posterior, entre otras.
Desde el punto de vista del proceso, es importante el conocimiento de la tecnología aplicada y de sus características particulares de funcionamiento para conocer en todo momento la relación causa/efecto que provocan determinados tipos de compuestos químicos a su paso. Si a priori se desconocen los compuestos químicos del agua, difícilmente podremos obtener un diagnóstico en caso de que surja un problema y, mucho menos, la corroboración de posibles hipótesis.
Podemos afirmar, por tanto, que el conocimiento exhaustivo de los parámetros de entrada en una planta de agua representa una pieza más del puzle que permite, junto con el conocimiento de la tecnología, facilitar una visión amplia y generalista de lo que esté ocurriendo, proporcionando a su vez un acercamiento realista al problema.
La calidad del agua influye directamente sobre el rendimiento de los equipos y la producción global de la planta industrial y la composición química de la misma representa el paso inicial de la solución a un posible problema. Sin ella, todas las hipótesis generadas no podrían ser contrastadas, y las soluciones, no serían las adecuadas, o tendrían que ser aplicadas con mucha precaución por el desconocimiento de la naturaleza de la contaminación.